jueves, 4 de marzo de 2010

Si tengo 8 horas para derribar un árbol, voy a utilizar 6 horas para afilar el hacha

La frase que sirve de título a esta reflexión, y que se atribuye a Abraham Lincoln sintetiza muy bien la historia que hace poco escuché en uno de los talleres de Administración del tiempo: 2 leñadores cortaban leña juntos, uno de ellos lo hacía sin descanso mientras que el otro cortaba leña durante 50 minutos y descansaba 10 sentado bajo la sombra... al final del día, aquel que descansaba doblaba en resultados al primero. Cuando el leñador que "mas duro trabajaba" le preguntó a su amigo cómo hacía para obtener mejores resultados sabiendo que él hacía pausas en su trabajo con mucha frecuencia a lo que el amigo le contestó: "mientras descanso, ¡afilo el hacha!

El Newsletter 47 de Febrero que recibí de Javier Martínez en Catenaria tiene por título "No tengo tiempo para pensar" y al leerlo encuentro total relación con la historia de los leñadores. El mundo actual nos lleva a vivir a un ritmo que nos impide dedicar tiempo a algunas actividades esenciales, la más importante de ellas a reflexionar y ser creativos. En este artículo el autor menciona ejemplos en el deporte y, tal vez el más impactante es cómo El Bulli, calificado como el mejor restaurante del mundo por 4 años consecutivos anunció su cierre por 2 años para poder tomar tiempo para reflexionar, investigar, crear, tiempo para ¡Afilar el hacha y mantenerse en la cima!

Dentro de tu jornada de trabajo diaria, ¿Con qué frecuencia y cuánto tiempo dedicas a reflexionar sobre lo que haces?

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