viernes, 26 de noviembre de 2010

Las tecnologías que ahorran tiempo

Cada vez que hablo con mis familiares, amigos y compañeros de trabajo, coincidimos en nuestra percepción de que el tiempo es cada vez más corto. Por esto, la frase "No tengo tiempo" cada vez es más generalizada.

En una de las listas de discusión en las que estoy suscrito, encontré el aporte de Carlos Bravo Reyes sobre el tema argumentando como una de las causas es un uso incorrecto de herramientas y programas útiles para ahorrar el tiempo.

En esta dirección encuentran un pequeño artículo del autor sobre este tema.

Espero lo disfruten y sea fuente de inspiración para incursionar cada vez más en el mundo de las tecnologías Web 2.0.

viernes, 13 de agosto de 2010

Las horas y lo vivido

A continuación, les comparto un artículo que leí en la revista Categoría del Centro comercial Oviedo en Medellín y que se publicó en ejemplar No. 68 de agosto de 2010 (página 66 de la revista) el título es el mismo con el que nombré esta entrada al blog "las horas y lo vivido" y fue escrito por Juliana Cifra.

"Corren las agujas del reloj; veinticuatro horas pueden ser un suspiro, un siglo o pasar inadvertidas. Dice Alan Lightman en su libro Einstein´s Dreams que de todas las naturalezas posibles del tiempo, una resulta preponderante, pero las otras residen en otros mundos, ¿como la memoria?, ¿el recuerdo?, ¿el sueño?

Nunca el tiempo ha cobrado tanta importancia como en la época actual. “El tiempo es oro”, asegura la conocida premisa. En veinticuatro horas hay que ser un profesional exitoso, empleado ejemplar, pagar las cuentas, cuidar el estado físico, cuidar esa imagen cuidadosamente construida para interactuar con el mundo, y para muchos, además, ser padres ejemplares.

¿Y qué se queda en nuestra memoria? Muchas veces, al hacer recolección, tenemos una cantidad de recuerdos desenfocados (como la visión en un carro a gran velocidad), y dos o tres momentos claros que sobresalen entre esa maraña de actividades. Esos momentos importantes, generalmente, tienen un elemento en común y es que está presente el corazón, la emoción. Un encuentro con los amigos del alma, una cena con la persona amada, una tarde de juegos y risas con los niños, un momento de eliminación y creatividad, un café compartido con una de esas pocas personas que nos descifra y nos entiende sin explicación, un paseo en un ambiente amable, acogedor, en el que hablamos con nosotros mismos.

Dicen los viejos que si se les diera una nueva vida, se preocuparían menos por las cosas urgentes y más de las importantes. Disfrutarían más y se preocuparían menos. Les pondrían más sustancias y menos apariencias a los minutos de cada día. Y lo hacen, porque nunca es tarde. Se les ve saboreando un café entre amigos, reorganizando el mundo y con los sentidos alerta. Vivos porque la vida es conciencia y de tanto correr, ni siquiera reconocemos el camino que cruzamos.

Es tiempo de recuperar los pequeños placeres del corazón, la vida es una sola y aunque hay que responder a todo lo que nos impone para pertenecer a este tiempo en que vivimos, se requiere darle a cada día el momento de “sentido”. Una hora para caminar en paz consigo mismo, un espacio para encuentros cálidos con seres queridos, un segundo para mirar la luz, la naturaleza, la belleza que está presente en todas partes. Basta querer verla."

Nunca un instante significará lo mismo para dos personas, son dos universos. ¿Qué es el tiempo? Un beso en la memoria es una eternidad.

El artículo está disponible en Internet en el siguiente enlace: http://www.oviedo.com.co/RevistaCategoria/tabid/92/Default.aspx

miércoles, 17 de marzo de 2010

Tiempo para la familia

"En el afán de ser grandes nunca olviden la alegría que nos brinda la niñez. Ya que el tiempo que pasa, no volverá jamás"

Fotografía tomada de la pared de una escuela rural en las cercanías de Medellín-Colombia Gustavo Villegas L. 2009


Cada vez es más escaso el tiempo disponible para compartir en familia. Escuché de un papá que se comunicaba con su hijo por Skype desde la oficina ya que cuando llegaba a casa del trabajo generalmente éste ya estaba dormido y cuando salía en la mañana aún el hijo no había despertado. Aunque parezca exagerado, esta situación se repite con más frecuencia y muchos de los que tenemos hijos pequeños reconocemos que el tiempo para compartir en familia es muy poco (y los hijos sí que lo perciben así).


Hoy más que antes es cuando se vuelve más importante reconocer que no es la cantidad de tiempo compartido en familia sino la calidad. Tal vez nuestros padres disponían de más tiempo para estar en familia aunque también muy seguramente ellos eran más distantes. Un artículo publicado en el periódico El Colombiano de Medellín (Colombia) del día 17 de marzo de 2010 y que se titula "Tiempo en familia se disfruta en segundos" menciona algunos consejos para compartir tiempo de calidad en familia.


Algunas recomendaciones que dan los expertos son:


1. Establezca un tiempo para compartir diferentes proyectos, donde todos los miembros de la familia tengan participación. Al fin y al cabo, es un trabajo en equipo.

2. Hay que mirar porqué los papás están tan ocupados y ya no hay tiempo para compartir con los hijos.

3. Busque espacios en los que se hable, se juegue, se disfrute e, importante, se escuche al otro. La comunicación no puede faltar y menos cuando algo falla.

4. Las tareas del hogar son para repartirse entre todos. Incluye desde las domésticas, hasta el hacer tareas.


¿Planeas el tiempo que vas a dedicar a tu familia o hace parte de tu rutina diaria?

jueves, 4 de marzo de 2010

Si tengo 8 horas para derribar un árbol, voy a utilizar 6 horas para afilar el hacha

La frase que sirve de título a esta reflexión, y que se atribuye a Abraham Lincoln sintetiza muy bien la historia que hace poco escuché en uno de los talleres de Administración del tiempo: 2 leñadores cortaban leña juntos, uno de ellos lo hacía sin descanso mientras que el otro cortaba leña durante 50 minutos y descansaba 10 sentado bajo la sombra... al final del día, aquel que descansaba doblaba en resultados al primero. Cuando el leñador que "mas duro trabajaba" le preguntó a su amigo cómo hacía para obtener mejores resultados sabiendo que él hacía pausas en su trabajo con mucha frecuencia a lo que el amigo le contestó: "mientras descanso, ¡afilo el hacha!

El Newsletter 47 de Febrero que recibí de Javier Martínez en Catenaria tiene por título "No tengo tiempo para pensar" y al leerlo encuentro total relación con la historia de los leñadores. El mundo actual nos lleva a vivir a un ritmo que nos impide dedicar tiempo a algunas actividades esenciales, la más importante de ellas a reflexionar y ser creativos. En este artículo el autor menciona ejemplos en el deporte y, tal vez el más impactante es cómo El Bulli, calificado como el mejor restaurante del mundo por 4 años consecutivos anunció su cierre por 2 años para poder tomar tiempo para reflexionar, investigar, crear, tiempo para ¡Afilar el hacha y mantenerse en la cima!

Dentro de tu jornada de trabajo diaria, ¿Con qué frecuencia y cuánto tiempo dedicas a reflexionar sobre lo que haces?