viernes, 13 de agosto de 2010

Las horas y lo vivido

A continuación, les comparto un artículo que leí en la revista Categoría del Centro comercial Oviedo en Medellín y que se publicó en ejemplar No. 68 de agosto de 2010 (página 66 de la revista) el título es el mismo con el que nombré esta entrada al blog "las horas y lo vivido" y fue escrito por Juliana Cifra.

"Corren las agujas del reloj; veinticuatro horas pueden ser un suspiro, un siglo o pasar inadvertidas. Dice Alan Lightman en su libro Einstein´s Dreams que de todas las naturalezas posibles del tiempo, una resulta preponderante, pero las otras residen en otros mundos, ¿como la memoria?, ¿el recuerdo?, ¿el sueño?

Nunca el tiempo ha cobrado tanta importancia como en la época actual. “El tiempo es oro”, asegura la conocida premisa. En veinticuatro horas hay que ser un profesional exitoso, empleado ejemplar, pagar las cuentas, cuidar el estado físico, cuidar esa imagen cuidadosamente construida para interactuar con el mundo, y para muchos, además, ser padres ejemplares.

¿Y qué se queda en nuestra memoria? Muchas veces, al hacer recolección, tenemos una cantidad de recuerdos desenfocados (como la visión en un carro a gran velocidad), y dos o tres momentos claros que sobresalen entre esa maraña de actividades. Esos momentos importantes, generalmente, tienen un elemento en común y es que está presente el corazón, la emoción. Un encuentro con los amigos del alma, una cena con la persona amada, una tarde de juegos y risas con los niños, un momento de eliminación y creatividad, un café compartido con una de esas pocas personas que nos descifra y nos entiende sin explicación, un paseo en un ambiente amable, acogedor, en el que hablamos con nosotros mismos.

Dicen los viejos que si se les diera una nueva vida, se preocuparían menos por las cosas urgentes y más de las importantes. Disfrutarían más y se preocuparían menos. Les pondrían más sustancias y menos apariencias a los minutos de cada día. Y lo hacen, porque nunca es tarde. Se les ve saboreando un café entre amigos, reorganizando el mundo y con los sentidos alerta. Vivos porque la vida es conciencia y de tanto correr, ni siquiera reconocemos el camino que cruzamos.

Es tiempo de recuperar los pequeños placeres del corazón, la vida es una sola y aunque hay que responder a todo lo que nos impone para pertenecer a este tiempo en que vivimos, se requiere darle a cada día el momento de “sentido”. Una hora para caminar en paz consigo mismo, un espacio para encuentros cálidos con seres queridos, un segundo para mirar la luz, la naturaleza, la belleza que está presente en todas partes. Basta querer verla."

Nunca un instante significará lo mismo para dos personas, son dos universos. ¿Qué es el tiempo? Un beso en la memoria es una eternidad.

El artículo está disponible en Internet en el siguiente enlace: http://www.oviedo.com.co/RevistaCategoria/tabid/92/Default.aspx