jueves, 15 de marzo de 2012

Movimiento Slow mundial

Carl Honoré, estresado periodista económico londinense, encontró un día el "punto de no retorno" frente a su prisa desmedida y fue así como decidió cambiar su vida de forma radical; es el autor del libro "El elogio de la lentitud" el cual ha sido la inspiración del Movimiento Slow que cada día crece su número de seguidores en el mundo. El lema "Vivir de prisa no es vivir, es sobrevivir"

El periódico El País publicó en noviembre de 2006 el artículo titulado El triunfo de la lentitud en el que narra la historia de este periodista, y cómo algunas poblaciones en Europa ansían ser reconocidas como "città-slow".

Los tiempos modernos nos han llevado a confundir el ser con el hacer, el movimiento Slow propone establecer prioridades y cortar de nuestras vidas muchas actividades rutinarias (como por ejemplo, encender la televisión para ver que hay de interesante en los más de 100 canales disponibles). Debemos aceptar que vivimos mejor cuando hacemos menos... y lo que hacemos, está balanceado y con sentido.

En el siguiente enlace encuentran una entrevista que realizaron a Carl Honoré y que complementa muy bien su libro Carl Honoré-Vivir de prisa no es vivir es sobrevivir y en este otro encuentran formas de aplicar el movimiento Slow en la comida, el trabajo, el ocio y la educación de nuestros hijos Movimiento_Slow

jueves, 23 de febrero de 2012

El Kalendario Mundi

El 4 de febrero de 2012 falleció Fabio Villegas Botero, mi tío y maestro. De él aprendí a imaginar, soñar y percibir la posibilidad de construir un mundo diferente.

Recuerdo de él 2 proyectos que compartimos y recreamos hace varios años y que se relacionaban con el calendario y la medida del tiempo; Pensaba que el nuevo milenio debería ser recibido con nuevos códigos de funcionamiento de la humanidad:

Su propuesta "Kalendario mundi", en la que organiza semanas de 6 días eliminando el martes (por ser en honor a Marte, el dios de la guerra); doce meses de 5 semanas, y una semana de fin de año, que puede ser de 5 o 6 días para los ajustes bisiestos.

Y la propuesta de "medición del tiempo en sistema decimal", días de 20 horas, de 100 minutos cada hora y de 100 segundos cada minuto; como se lo escuché: “horas más largas para disfrutar, y minutos y segundos más cortos, para trabajar y ser más productivos” son sólo un ejemplo de la multitud y diversidad de proyectos que formulaba.

Creo que después de esta época de precisiones matemáticas, Fabio –de forma similar al relato del libro “Momo”– aceptó que “la cuenta está equivocada pero cuadra” y que la meta no era planificar y calcular todo con exactitud (como lo hacían los hombres grises del libro)… trascendió el tiempo (y su medida) más allá de lo que usualmente percibimos; su último examen que formuló a sus estudiantes del Politécnico Colombiano Jaime Isaza Cadavid (y que no pudo calificar) da cuenta de ello: pidió a sus estudiantes que describieran psicológicamente un reloj.