Según la Ley de Murphy sobre la administración del tiempo, todo lleva más tiempo que todo el que tienes disponible.
Si tuvieses sólo 6 días para cambiar el motor de una embarcación grande ¿cómo lo lograrías? Este reto ocurrió realmente hace varios años y "coincidencialmente" fue emprendido por una firma japonesa especializada en este tipo de trabajos.
Lo curioso de la historia es que, aunque el tiempo era poco, 3 ingenieros japoneses estuvieron en el barco durante 2 días planeando el cambio del motor (dejando sólo 4 días para cambiarlo) ¡y así se logró!
En occidente valoramos más la capacidad de acción que la de planeación; muchas personas incluso llegan a reconocerse más productivas cuando trabajan bajo presión y con un fuerte sentido de urgencia. En Antioquia (la tierra dónde nací y vivo) se conserva una mentalidad de nuestra cultura arriera que se refleja en la siguiente frase: "en el camino se acomodan las cargas" y la cuál nos enseña a enfocarnos más en la acción, menospreciando la planeación al considerarla una pérdida de tiempo.
Imagino el cambio del motor de esta embarcación si fuese encomendado a una firma de ingenieros paisas:
A las 6 de la mañana del primer día un ingeniero en jefe se toma el barco con un grupo de unos 20 mecánicos, electricistas, ayudantes, etc. y rápidamente los lleva al cuarto de máquinas. Allí reunidos señala con las manos todo lo que hay alrededor y les da una orden muy clara y precisa: "Esto hay que desmontarlo"
... A las 11 am del día 1 ya se ha avanzado bastante en el despiece, y comienzan las preguntas y las dificultades: ¿Con qué herramienta quitaremos esta parte? ¿Por dónde vamos a sacar esta otra? ¿Esta tubería hay que quitarla o se dejará? ¿Qué hacemos con esto que se nos dañó al intentar desensamblar esto otro?, etc, etc, etc...
...El día 2 ya son más los problemas (¿imprevistos?) que se tienen que resolver. El proyecto no avanza y todo parece ir de mal en peor; se está programando un segundo turno y todos deben mostrar su compromiso trabajando sin descanso el tiempo que sea requerido.
...El día 3 siguen los problemas, ya se presentó el primer accidente de trabajo debido a la fatiga y al cansancio, otra persona que llegó nueva no sabía muy bien que debía hacer y había desmontado una instalación que ya se había acordado que se dejaría intacta...
...El día 4 se está trabajando a 3 turnos, nadie duerme y todos trabajan "en acuartelamiento" hasta que el proyecto culmine.
...El día 5 todavía no se ha podido llevar el nuevo motor al cuarto de máquinas, y es más, no se sabe cómo se trasladará hasta allí porque los equipos disponibles no soportan esta carga; los "imprevistos" que se presentan son muchos "estas cosas suelen pasar cuando uno se enfrenta a la labor de desmontar un equipo viejo" -argumentará el director del proyecto- justificando una prórroga en el cumplimiento del contrato.
...El día 6 se consigue una prórroga por 10 días más mientras que el contratante reconoce que en 6 días era imposible cambiar el motor porque ¡para lo que se han esforzado intentándolo!
Conclusión: esta ley de Murphy muestra lo grave que puede ser emprender un proyecto sin comenzar con la debida planeación.
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